21 de noviembre de 2024
Reflexiones

EL OBSTÁCULO DE LAS OPORTUNIDADES

Una antigua parábola cuenta que cierto rey colocó intencionalmente una gran piedra en uno de los caminos más transitados de su reino. Luego se escondió con sus siervos para observar las reacciones de los transeúntes.

Primero pasaron unos pueblerinos. En lugar de quitar la piedra, simplemente la rodearon y siguieron adelante. Luego pasaron unos mercaderes, con sus carretas repletas de mercancía. Después de criticar al rey por no limpiar las vías, siguieron su ruta. Otros transeúntes pasaron más tarde, pero ninguno hizo el intento de mover la piedra. Entonces se acercó un campesino con una carga de hortalizas sobre la espalda. Observó la piedra y, después de colocar el saco de hortalizas en el suelo, la empujó con todas sus fuerzas hasta quitarla del camino.

Ya se retiraba cuando notó una bolsita justo donde estaba la gran piedra. Cuando la abrió, encontró que contenía varias monedas de oro y una nota que decía: “Estas monedas son para la persona que se tome la molestia de mover la piedra del camino. Firmado: El rey”.

Hay una valiosa lección en este antigua relato: Una piedra en el camino no tiene por qué ser necesariamente un obstáculo; también puede ser una oportunidad. En esta vida siempre habrá piedras en el camino, pero dependerá de nosotros que funcionen como obstáculos o como oportunidades.

Esta realidad es ilustrada de manera ejemplar en la vida de José. Entre los grandes de la historia, es difícil encontrar a alguien con mayores adversidades que las de José. Génesis 37 al 45 nos describe como 10 hombres (sus hermanos) estuvieron dispuestos a matar a José por causa de una túnica de colores; aunque no lo mataron lo vendieron, ellos creían que no sobreviviría mucho tiempo como esclavo, en esta historia vemos como tuvo que enfrentarse a un viaje de 30 días a través del desierto y ser vendido como mercancía; luego vemos su vida en Egipto, allí fue tentado sexualmente y acusado injustamente terminando en la cárcel, y así muchas otras más penurias que tuvo que pasar a lo largo de su vida. Lo que si podemos ver con claridad, es que a pesar de que José estaba pasando por dificultades Dios tenía el timón de su vida, Dios permitió que José prosperara donde muchos hubieran fracasado.

José transformó cada caída en un paso hacia delante, nunca perdió el tiempo preguntándose el porqué de lo que le pasaba, solo decía: Que debo hacer ahora. Adopta la actitud de José y está siempre confiado en que Dios está contigo.

Eclesiastés 11:6 Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.

¿Hay “piedras” en tu camino? Si no las hay ahora, pronto las habrá. Y te tocará decidir qué harás con ellas. Con esfuerzo y oración, decide convertir esos obstáculos en oportunidades para que cumplas los propósitos que Dios tiene para ti.

“Señor, con tu poder me propongo hoy convertir los obstáculos en oportunidades para crecer en ti”.